Versos para doña Aldana

Aldana espera detrás de la ventana,
mientras se acomoda sus cabellos
de musa enamorada,
con el pelo suelto al viento.
A tu llegada y el ansiado abrazo,
de acariciarle la mejilla
esperando por tus besos callados,
en el latido que incita.
Y tus palabras sensibles
le llegan con mucho tacto,
siempre le escribes,
que te bese y su llanto.
Versos que salen de tu alma,
de un poeta enamorado
por su querida Aldana,
en tus versos apasionados.
Por tus cartas de amor escritas,
engalanando la pasión por ella
despacito y sin prisa,
por tu musa bella.
Tú Aldana querida
y tu amoroso sentir,
preciosa flor amanecida
empapada de tu amor en elixir.
Y tú estás allí
para amarla con locura,
de viaje a París
para cogerla por su cintura.
Cuando el amor se quedó en tu mirar,
ella se agachó para no tropezar
y poderte así guiar,
con tus caricias y tu saber estar.
No preciso imágenes
las veo, las siento,
no me pertenecen
y que siga el dulce sueño...