Querida mamá,
algo bonito, te ha de pasar,
te deseo larga vida, salud y felicidad.
Quiero regalarte,
esta poesía,
a cambio de ver,
tu eterna sonrísa.
Muchas felicidades,
por tu cumpleaños,
que siempre lo celebres,
por todo lo alto.
Ojalá llegue lo mejor para tí,
en los años venideros,
disfrutar de tu familia,
y mi deseo más sincero.
Este año cumpliremos,
treinta años juntas,
y pienso...
Como hubiera,
sido mi vida sin tí,
la idea me inquieta,
y menos mal,
que nunca te perdí.
No hay nada que temer,
que hoy es motivo de celebración,
como si acabara de nacer,
una nueva canción.
Tan amante de las flores,
con aroma a frescas rosas,
esa flor preferida de tu jardín,
margaritas, orquideas y el jazmín.
Agradecen la tibieza de tus manos,
con tu sensibilidad, las llenas de vida,
en tu alma siempre las llevas metidas,
y ellas siempre te mirán,
hasta que se quedan dormidas.
En un campo con olor a gardenias,
donde tú siempre amanezcas,
celebra tu día con mucha alegria,
y que reine la paz, siempre en tu vida.
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