El título del acróstico, pertenece al escritor español, Carlos Ruiz Zafón, que es el autor del libro, del mismo título.
E n el cementerio de los libros olvidados, me inspiré en un poema de amor para ti.
L entamente voy versando todos mis sentimientos, éstos que viven junto a tu voz.
C allados quedaron mis llorosos labios, al sentir tu amor posados sobre ellos.
E legante caballero del amor, ensamblando las hojas caídas de este olvidado otoño.
M oriría después de abrazarte eternamente, en el beso de este triste adiós.
E ntiéndeme el sentir de mi boca flaqueada, ésta que se enamoró de tus ojos.
N unca he de olvidarte, en el cementerio dejo todas mis flaquezas del día a día.
T e necesito escribir, esto que lleva mi boca arrastrando dentro de mi pecho.
E terna distancia donde te encuentras tú, besos te envio llenos de amor y sosiego...
R ecuerdo cuando nos conocimos...tú y yo, en este bosque despejado, te escribo...
I ntento descifrar tus medias palabras y, pienso que te adoro con todo mi corazón.
O stento en un rincón de mi amor por ti, tu incansable risa, donde guardo toda tu luz...
D el campo verde, voy observando las nubes, como se mueven a lo lejos en mis pensamientos.
E scribo cada día mis poemas de amor, cuando mi alma musita en los versos que representan...
L os poemas con rosas blancas nunca acabarán, en pos de una musa que espera a su enamorado.
O lor a jacintos quedó impregnado en mi vestido...y empiezo a soñar y, empiezo a caminar...
S entimientos ofuscados en cada línea, sabiendo que tú...nunca me dejarás de amar.
L ibre como los pájaros van mis pies, arrastrando la temerosa tarde rodeada de árboles.
I tento dejar mi alma en estos versos, donde quiero coronar mis sentimientos hacia ti.
B otones en mi espalda...dibujan el sendero que he tomado para inspirarme en tu boca.
R abia por no poder abrazarte, pero este amor que siento...nadie lo podrá desafiar.
O bserva mis ojos...y leélos con todo tu amor, porque eres tú y, nunca te he de olvidar.
S ostengo que ha pasado el tiempo lentamente y, eterna la distancia donde me encuentro yo...
O h sabia naturaleza, eres testigo de mis debilidades...en esta mañana fría de diciembre.
L entamente haríamos el amor y, así podernos entregar hasta el fin del triste amanecer.
V ida mía, compensaremos cuanto te quise ayer...cuanto te quiero hoy...¡ay! no sabes cuanto.
I ntento que no sea un sueño, intento que sea realidad, pero la vida no quiso que fuese así.
D aría mi rosas blancas por tenerte junto a mí, porque es triste escribirle a tu ausencia.
A y! pensé cuantas veces podría haberte besado, `¡ay! cuantas veces podría haberte acariciado.
D esfallecen mis fuerzas al versar este acróstico, y te echo tanto de menos....por no tenerte.
O jos melancolícos y tus labios anhelando mis besos, éstos que mueren por no recibir tu llamada.
S e acaban mis deseos más escondidos y, tu recuerdos...como en la triste despedida de Casablanca.