La bella durmiente

Duerme la musa entre rosas y nardos,
alrededor los vientos vigilan su sueño,
cuando la fuente brota agua despacio,
cantando van los pájaros en su letargo.


Sueña con sus dedos, sueña con sus manos,
porque de noche, precede la devoción por su pelo,
y las rosas en el filo, allí quietas las hallo,
al unisono dibuja caracoles,en el centro del beso.


La gasa roja del vestido, protagonista por lo que sueña,
cuando la violeta diste el color, de sus ojos nácar,
una maravilla que gozará con su mirada ante estas letras,
no morirá de amor la poesía, apresurada la dama siempre acompaña.


Érase con un simple beso, el mayor de los bálsamos desiertos,
despertarla lo haría si pudiera...mecería a la rosa más bella,
mis ojos color romero...¡ay, mi vida! ¡ay, mi amor! todo te entrego,
duerme al son de esta lánguida canción, justa rendición por esperarla.


Despiérta a la luz, despiértame el alma, abre los ojos de par en par,
que aún brota sentimientos de mi piel de melancolía, ante tu indiferencia,
vos mujer...que me clavaste una flecha de amor, tan sentida como una daga,
el sol nos ayudará a encauzar el destino, como a veces, por ti...solía.


Duerme la bella durmiente, junto a la fuente linsojera del amor,
más el deseo de despertarla, quien pudiera tenerla en presencia perfecta,
respetando todo su candor,necesito verla despierta...eso alegraría mi corazón,
duerme al son de esta bella canción, por el rosal de tu boca...¡ay! quien pudiera.

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el día 11 de noviembre del 2010