Que solo a ti...mis pétalos quieran saber leerte,
tan delicados en dulces estrofas recordando...
que desde lejos mis sentimientos te hago llegar sin tenerte,
te he de contar mi vida y de vuelta te enviaré un cálido abrazo.
Quiéreme aunque sólo exista en un amoroso poema,
trato de llevarme el sosiego de tus manos al cuidarme,
y sigue la historia de la gardenia en toda su belleza,
rendirme no podría, siempre lucharía para poder encontrarte.
Y debo vivir una vida entera de felicidad junto a ti,
de tus manos frágiles más nunca sabría olvidarlas,
de esta historia de amor sólo me queda una vida...hasta llegar al fin,
y del rosal de tu jardín, soy tu alegria de cada mañana.
Lloraré por adelantado, por si algún día he de morir, sin tus ojos mirándome por la ventana.
vivir entre tus manos, es como a la mar, junto a la roca de La Gaviota,
y riégame a diario de agua clara, del frondodo río que nace junto a la montaña.
llévame en secreto contigo y has de besarme con los labios de tu boca.
Cada estrofa quedará perfumada y temo que podría quedar impregnada de tu esencia,
al regalarte estos sentimientos, queda mi gratitud presente por tu amable dedicación para conmigo,
la gardenia en toda su belleza, que soy yo...pasa a ser la protagonista de estos versos escritos en tu presencia,
mi humildad no niega lo evidente, sin tus amorosas manos...nunca habría llegado a recibir tu amistad y tu cálido cariño.
tan delicados en dulces estrofas recordando...
que desde lejos mis sentimientos te hago llegar sin tenerte,
te he de contar mi vida y de vuelta te enviaré un cálido abrazo.
Quiéreme aunque sólo exista en un amoroso poema,
trato de llevarme el sosiego de tus manos al cuidarme,
y sigue la historia de la gardenia en toda su belleza,
rendirme no podría, siempre lucharía para poder encontrarte.
Y debo vivir una vida entera de felicidad junto a ti,
de tus manos frágiles más nunca sabría olvidarlas,
de esta historia de amor sólo me queda una vida...hasta llegar al fin,
y del rosal de tu jardín, soy tu alegria de cada mañana.
Lloraré por adelantado, por si algún día he de morir, sin tus ojos mirándome por la ventana.
vivir entre tus manos, es como a la mar, junto a la roca de La Gaviota,
y riégame a diario de agua clara, del frondodo río que nace junto a la montaña.
llévame en secreto contigo y has de besarme con los labios de tu boca.
Cada estrofa quedará perfumada y temo que podría quedar impregnada de tu esencia,
al regalarte estos sentimientos, queda mi gratitud presente por tu amable dedicación para conmigo,
la gardenia en toda su belleza, que soy yo...pasa a ser la protagonista de estos versos escritos en tu presencia,
mi humildad no niega lo evidente, sin tus amorosas manos...nunca habría llegado a recibir tu amistad y tu cálido cariño.
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