Tu boca es dulce como la miel,
mi escondite donde amanecer,
con momentos que no quiero deshacer,
y siempre admirando tu sedosa piel.
Por esta plenitud de enamorada,
y necesito saber donde morir,
estoy algo cansada de vivir,
y espero ansiosa por ser amada .
Tu boca inquieta espera por mí,
inclino mi cabeza y resisto,
necesita de mis sueños y no de ti.
La soledad embarga mi garganta,
y tu boca de color rosácea,
de rosas rojas muy enfadadas.
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