Tu boca tentadora,
es pura miel,
extraida la rosa,
ferviente para beber.
Tus besos melosos,
sedientos de sed,
preciosos tus ojos,
dulzura por tener.
Tu ferviente amor,
entregado al alma,
feliz mi corazón,
nada lo amarga.
Sueño contigo hoy,
boca de madrugada,
nacida la flor,
envuelta entre sábanas.
Una muerte dulce,
serían tus labios,
testigo la lubre,
de besos robados.
Abrazos con deseo,
caricias sin final,
manos al fuego,
clavadas cual puñal.