Y podría contar los minutos
para castigarme más,
insisto y no lo oculto
sin tener apenas libertad.
Ha sido un trance doloroso
al son de pinchazos y sangre,
derramo lágrimas en mis ojos
intento olvidarlo de mi mente.
Fueron pasando los días
en una extraña noche oscura,
adonde nadie me veía
cuarenta y un día y la hartura.
Cuando mi piel dijo basta,
el suspiro morado apareció
me quedó una sombra vana,
y la letanía de mi corazón.
Por una extraña manera,
le pido al viento escuchar
vuela sobre mi cabellera,
un vago canto a la humildad.
Estoy siendo víctima de plagios a mis poemas,
os pido encarecidamente que no copien los poemas,
y peguen por su cuenta,
respeten los derechos de autor,
que para algo están,
me he visto obligada a registrarlos todos.
Leer y, leer... lo que queráis, nunca me importó compartirlos,
pero no copiarlos y hacerlos como suyos,
eso jamás, señores lectores y seguidores de mis poemas
Con mis poemas...
NO, por favor...
Gracias.
MCarmen ( Mamen)
2 comentarios:
Un poema bien trabajado y hermoso querida amiga.
"Cuarenta y un día" y ese "suspiro morad0"..., una sinestesia visual y acústica que me pareció una imagen sumamente bella y connotativa en este intenso poema que nos muestras.
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